jueves, 3 de julio de 2008

Maravilloso SunFire

Hoy hemos instalado otra máquina con cuatro procesadores AMD Quad Core de 64 bits como los del TYAN que comentaba ayer. Esta vez, la máquina es una SunFire X4600 M2, de Sun Microsystems. Ha salido más cara por procesador, sin ninguna duda, pero a cambio me gusta más.

Una de las cosas que hacen, sin género de dudas, que esta máquina me guste más que la anterior es su procesador de servicio. Una pequeña tarjeta adicional integrada en la máquina que permite, incluso con la máquina apagada, con tal de que tenga corriente, ver el estado del hardware, encender la máquina, apagarla, reiniciarla, etc. No me cabe ninguna duda de que los fallos que ha estado teniendo la otra máquina, que tiene, repito, los mismo procesadores, caso de que se reprodujeran en esta máquina, hubieran sido más sencillos de atender. Con la otra máquina, cada vez que notábamos que la máquina no respondía, alguien tenía que acercarse a ver qué pasaba y darle al botón. Ahora, si notáramos lo mismo, podríamos conectar al procesador de servicio <<desde la playa>> y ver qué estaría ocurriendo, y en su caso, podríamos reiniciar la máquina sin tener que ir allí. Salvo, claro está, que el problema fuera un corte de luz para todo el armario. Todo eso gracias al sistema ILOM del procesador de servicio, que nos permite, además, acceder por red (HTTP, SNMP y SSH) o por consola serie.

Otra de las grandes ventajas, a mi entender, del SunFire X4600 M2 sobre el ordenador que comentaba ayer es la manera que tiene de organizar los procesadores y la memoria. Allí, cuatro procesadores iban en la placa base, y cuatro en una especie de <<placa base de expansión>>. Aquí los procesadores van, con su memoria asociada, en placas verticales, todas iguales (no cuatro preferentes y cuatro secundarios) que encajan en la placa base individualmente. Aparte de hacer más sencillo el cambio de un procesador (tan tonto como sacar una placa vertical, como se ve en la foto), encuentro el diseño más elegante y mejor pensado.

Otras ventajas, más secundarias desde mi punto de vista, son las cuatro tarjetas de red Gigabit, las cuatro fuentes de alimentación redundantes colocadas en vertical (el otro las tiene en horizontal), los cuatro ventiladores extraíbles (el otro tiene tres, y no forman túnel de aire) y el hecho de que la colocación de las placas de procesador evita una de las pesadillas de un administrador de sistemas en verano: que se estropee un ventilador de procesador. Al X4600 no se le pueden estropear porque no tiene: la ventilación frontal formando túnel de aire, con los procesadores (y sus disipadores de rejilla) justo detrás, hace todo el trabajo.

Entre lo malo está que, a consecuencia de lo anterior, se trata de una máquina que ocupa 4U.


Lo peor, los discos duros. Son discos SAS (eso es una <<Cosa Buena>> ®) pero de 2,5 pulgadas, lo que no permite tener los grandes discos propios de las máquinas de cálculo científico. El mayor disco soportado es de 146GiB, lo que nos da una capacidad total máxima de 576GiB, claramente insuficiente para cálculos científicos masivos, ya que una configuración normal para simulaciones científicas puede tener perfectamente seis discos de 500GiB cada uno. Y no es raro oír acerca de espacios de disco aún mayores. Total, que hemos acabado (gracias $DEITY por darnos RAID) con un espacio de disco de aproximadamente medio TiB para almacenar los resultados.

Eso sí, la instalación de la nueva OpenSuSE 11, recién salida del horno, con su flamante KDE 4, fue una delicia. En un ratito tuvimos la máquina completamente instalada, sin problemas de reconocimiento de <<hardware>> ni nada que se le pareciera. Ya está trabajando, y de momento no se ha caído.

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